Todo el que se haya pegado mínimamente con las redes, sabrá la utilidad del comando traceroute (tracert en Windows).
El programa MTR (inicialmente Matt’s traceroute, hoy en día My traceroute) es una vuelta de tuerca sobre el mismo concepto, pero combinándolo con el ping de toda la vida, y llevando a cabo un muestreo sobre el tiempo. El resultado es la capacidad de obtención de ciertas métricas de la red, incluyendo porcentaje de pérdida de paquetes, así como la media y valores extremos de retardo, y su desviación estándar.
De esta forma, obtenemos una especie de herramienta de diagnóstico de red, capaz por ejemplo de darnos pistas sobre el punto exacto donde está teniendo lugar una congestión. Cuando la conexión a un servidor no esté funcionando como debe, podremos determinar si el problema está en el servidor remoto, o en algún punto intermedio en la ruta que nos une.
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