Como comenté la semana pasada, me hice con la nueva actualización de Mac OS X «Snow Leopard» nada más salir a la venta en Apple Store. Hoy he recibido el paquete con el disco de actualización, y esta tarde me he puesto manos a la obra. Lo primero, por si las moscas, ha sido formatear uno de mis discos externos en HFS+ y hacer una copia de seguridad del sistema con Time Machine. Luego, obviamente, ha tocado esperar una eternidad a que finalizara la copia de los casi 70 Gb… malditas máquinas virtuales…
Después, actualización del sistema durante aproximadamente una hora y… ¡tachán!
Snow Leopard
Al finalizar, he comprobado si algo había dejado de funcionar. Y, efectivamente, así ha sido. Para empezar, el cliente de NX, algo que ya sabía… y sus desarrolladores también. De momento, tocará conformarse con SSH, o NX desde una máquina virtual. También casca el widget MiniBatteryStatus. Una pena, sobre todo por su integración con Growl; aunque puede ser suplido con ciertas opciones de HardwareGrowler. AP Grapher no parece funcionar del todo bien, aunque tampoco lo uso demasiado. AppDelete se me ha colgado una vez, borrando una aplicación, pero luego ha funcionado correctamente. Y también ha dejado de funcionar la aplicación que he borrado con AppDelete, pero no debía de ser muy importante, porque en menos de una hora he olvidado cuál era. :-P
Todo lo demás funciona bien, incluyendo aplicaciones X11 (como Gimp o Wireshark), paneles de preferencias de 32 bits (relanzando las preferencias del sistema, claro), VMware Fusion, MacFUSE, Perian, todo el sistema MacTeX, etc. Eso sí, el kernel está lanzado en 32 bits (por defecto en todos los MacBook), y aunque mi sistema soportaría el de 64 bits perfectamente (el EFI es de 64 bits), de momento se quedará con el de 32. Sé que hay cosas que dejarán de funcionar con el de 64, como VMware Fusion, Growl, ciertos paneles de preferencias, etc. Realmente, la única diferencia es el propio kernel, porque todas las demás aplicaciones, incluyendo todos los componentes del sistema, corren en 64 bits (podéis comprobarlo en el monitor de actividad, en la columna de «clase»).
De todas formas, dejaré la copia de seguridad de Time Machine en el disco duro externo durante un tiempo, por si ocurriera algo raruno…
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Omnium potentior est sapientia 