Ph’nglui mglw’nafh Cthulhu R’lyeh wgah’nagl fhtagn

That is not dead which can eternal lie.
And with strange aeons even death may die.

Abdul Alhazred, «Necronomicon«.

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La vida de los otros

Ayer fue el típico día en el que me acosté a las 7 de la mañana y me despertaron temprano. Para colmo, el día anterior también había dormido muy poco. Intentar sacar algo productivo de un cerebro atestado de cafeína y falta de sueño se antoja complicado…

Pero es el día ideal para ver alguna película, con las neuronas en modo standby, y la capacidad de atención justa para absorber la información que escupe la caja tonta. Además, este año no he tenido demasiado tiempo libre, y tenía varias películas pendientes desde hace tiempo. Dos de estas películas estaban por aquí desde mi viaje a Berlín en navidades, cuando me las recomendaron las simpáticas guías de los tours.

Una de ellas se titula «La vida de los otros«, y es una de las mejores películas que he visto últimamente. La historia se sitúa en la República Democrática Alemana en la época final de la guerra fría (mediados/finales de los 80), en un orwelliano escenario donde tu hermano, amante o mejor amigo podía ser un espía trabajando para la temida Stasi. En este opresivo caldo de cultivo, se presenta, tanto desde el punto de vista del vigilante como del vigilado, una historia que si bien es ficción, resulta perfectamente plausible en las circunstancias del Berlín de los 80.

La película es absolutamente recomendable (no obstante, ganó el Óscar a la mejor película de habla no inglesa en 2007) y, si disponéis de los 144 minutos que dura, creo que es el momento de abrir vuestro cliente P2P favorito…

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Gran Hermano

You think you’ve private lives
Think nothing of the kind
There is no true escape
I’m watching all the time

Judas Priest, «Electric Eye«.

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Etiquetando mp3 de forma automática

En Linux disponemos de EasyTAG, uno de los editores de metadatos ID3 de ficheros mp3 más completos que he visto. Sin embargo, para colecciones de música… extensas, por decirlo suavemente, la anotación manual de metadatos se queda corta (a no ser que tengáis mucho tiempo libre). ¿Y qué es lo contrario a la anotación manual? Pues la anotación automática, obviamente. En los repositorios de Ubuntu disponemos de un software llamado Picard (también compatible con Windows y OSX) que, basándose en la base de datos online de MusicBrainz, permite la automatización del proceso de anotación de estas etiquetas.

Tiene sus fallos, como algunas canciones no detectadas, algunos ficheros detectados en versiones distintas de un mismo disco, y la obvia ausencia de grupos rarunos; pero en líneas generales debo decir que funciona mucho mejor de lo que me esperaba. Acabo de anotar automáticamente toda la discografía de Iron Maiden, Judas Priest y Kiss, y no he tardado apenas. Simplemente hay que añadir la carpeta que contiene los ficheros, seleccionar los que nos interesa anotar y pulsar en «Analizar». Tras terminar de procesar y descargar los registros, pulsamos en «Guardar», y ya está. De hecho, podemos configurar el software para que descargue el arte de portada o mueva los ficheros de sonido a los directorios adecuados, todo de forma automática. Una pasada.

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Toc Toc

Ayer fue el cumpleaños de mi novia y, aprovechando que por la tarde nos teníamos que acercar al centro para hacer algunas compras (yo no iba a comprar nada, y volví con una pantalla de 22″ nueva…), compré entradas para ver una obra de teatro que llevaba en nuestro TO-DO un tiempo: Toc Toc.

Esta obra presenta -como su propio nombre indica- a seis pacientes en la consulta del psiquiatra (psicólogos del mundo: no me mordáis, es lo que dice la sinopsis), cada uno de ellos con su particular trastorno obsesivo-compulsivo: limpiadores, repetidores, verificadores, numerales… y, cada uno de ellos, con su propia, gigante e invisible viga en el ojo. A mí personalmente, la que más pena me dio fue la chavala con palilalia y ecolalia, pero también fue la que más me hizo reír.

En cualquier caso, creo que merece la pena ver la obra, es un rato (casi dos horas) donde te reirás con ganas.

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